Hace mucho tiempo Jesús se le apareció a una religiosa que
se llamaba santa Margarita María de Alacoque , ella desde pequeña rezaba mucho
y quería mucho a la Santísima Virgen. Jesús
se le aparecía a Margarita en varias ocasiones para
decirle lo mucho que la amaba a ella y a todos los hombres.
Los católicos dedicamos todo el mes de junio para
honrarlo, venerarlo e imitarlo. Esto significa
que debemos vivir este mes demostrándole a Jesús con nuestras obras que lo
amamos, que correspondemos al gran amor que Él nos tiene.